La aparición de
nuevos baches o huecos en la Vía Blanca es simplemente alarmante. La Vía Blanca
es una de las carreteras más importantes de Cuba, pues conecta La Habana con la
ciudad de Matanzas y la ciudad turística de Varadero. Por esta razón es una de
las vías más transitadas del país y con un mayor grado de atención que el resto
de las carreteras de Cuba. Por todos los
cubanos es conocido el mal estado de las carreteras cubanas. Sin embargo,
ciertas avenidas y calles de primera importancia se mantienen un buen estado. Dígase Quinta Avenida, Malecón, 23, Vía Blanca entre otras carreteras de La Habana. Pero esto ha cambiado en la Vía Blanca.
La Vía Blanca ha
sufrido rápidamente los efectos de las nuevas obras hidráulicas realizadas en
el segundo trimestre del 2019. Con el objeto de instalar una nueva conductora
de agua se realizaron excavaciones de 1,5 m de ancho y 2 m de profundidad en
una de las sendas de la vía. Las obras se realizaron en un tiempo corto, pero
desafortunadamente han surgido hundimientos en poco tiempo también. En menos de
un mes, dos enormes baches han aparecido en el origen de la conductora cerca de
la intersección de Palatino y Vía Blanca. Los baches abarcan casi todo el ancho del zanjeado
y alcanzan los 20 cm de profundidad. Representando un peligro
potencial, tanto así que se han colocado
barreras con señales que previenen a los conductores.
La nueva conductora
va soterrada en las carreteras, recorriendo la Vía Blanca desde la calle Suzarte
hasta 10 de Octubre. La misma suministrará el líquido necesario en la Habana
Vieja a los nuevos hoteles y a los cruceros que entran a la bahía de La Habana.
El proyecto está directamente vinculado a los servicios de turismo, una de las principales
esferas comerciales de Cuba. Por lo que pudiera pensarse que se tomaría que
mayor seriedad. Ciertamente, es difícil comprender como una carretera se ha
mantenido funcionando durante de 60 años, y las nuevas obras realizadas no han
aguantado un mes. El mal trabajo de compactación realizado debe de ser
significativo. Cabe suponer que ello afecte la tubería de polietileno, pudiendo
ocasionar salideros. Lo cierto es que la calle se ha hundido antes de entrar en
servicio la nueva conductora y más problemas pueden estar por venir.